Hola a todos,, me puedo equivocar pero he estado buscando por el foro y no veo que nadie comente directamente que le han explotado botellas, pero por ello me gustaría explicaros la desagradable experiencia que viví el otro día.
Entramos en materia, una Scottish Ale (sólo es casualidad que sea el estilo escogido para el próximo congreso de la ACCE, sólo…), elaborada el 25 de mayo con dos compañeros del foro (#José Carlos y #Ordiguer, a los que exculpo de manera absoluta), macerada a 66º durante 60 minutos y 76º durante otros 10 minutos más, 4 litros de mosto se caramelizan y se añaden 15 minutos antes del final de un hervido de 120 minutos, 1051 de densidad inicial, un sobre de levadura “Mangrove Jack’s Empire Ale” para 20 litros. Se pone a fermentar a 20º, por circunstancias de la vida (me pilló entre dos viajes) la tuve poner a hacer un cold-crash el 16 de junio a 0,5º dos días enteros y el día 18 de junio a embotellar. La densidad final que tenía me variaba entre las mediciones de un densímetro recién comprado que me indicaba una densidad final de 1016 y un densímetro digital junto con un refractómetro que marcaban 1032 . Sí, reconozco que es una barbaridad, pero entradas en el foro acerca de la susodicha levadura con valores cercanos en las densidades finales, el punto dulce que la cerveza debía tener y la falta de tiempo para poder aumentar la temperatura me llevaron a ello, aunque las dudas sobre el resultado las tenía.
El caso es que la noche del 8 al 9 de agosto, sobre las 01:00 oímos un golpe seco mi mujer y yo, bajo a la cocina y una de las cervezas que allí guardo reventada, cristales a una distancia de 5 metros, el suelo encharcado y lleno de trozos de vidrio de un tamaño ínfimo pegado a las botellas adyacentes. Me agobio y subo a la cama, a los 5 minutos, lo mismo, otra botella…lo dejo estar otra vez y al poco me rindo y vuelvo a la cocina a remendar el entuerto, limpiar y deshacerme del resto de botellas que quedaban, unas 40. Ni que decir tiene que, después de lo visto, aquello era un trabajo para los TEDAX, mover una botella desde el estante al fregadero teniendo presente lo que podía volver a acontecer no era el trabajo más agradable del mundo…
El caso es que pensando un poco se me ocurren dos posibles causas, por una parte una contaminación (debo reconocer que no probé ninguna de ellas, bastante agobiado estaba) y, por otra, una fermentación secundaria en la que debido a la alta temperatura de la cocina, unos 27º, y los azúcares que aún quedaban de la fermentación inacabada hicieran que la presión aumentase hasta reventar las botellas.
Bueno, considero que ya os he pegado bastante la chapa, sólo quería desmentir el mito de que las botellas no estallan, lo hacen y no de forma “suave” si no con una violencia que si te pilla cerca te puede hacer mucho daño, doy fe. Que cada uno tome sus decisiones a la hora de embotellar con una DF elevada, pero yo tengo claro que antes la tiro que arriesgarme a salir en la tele dando pena...
Saludos.
Entramos en materia, una Scottish Ale (sólo es casualidad que sea el estilo escogido para el próximo congreso de la ACCE, sólo…), elaborada el 25 de mayo con dos compañeros del foro (#José Carlos y #Ordiguer, a los que exculpo de manera absoluta), macerada a 66º durante 60 minutos y 76º durante otros 10 minutos más, 4 litros de mosto se caramelizan y se añaden 15 minutos antes del final de un hervido de 120 minutos, 1051 de densidad inicial, un sobre de levadura “Mangrove Jack’s Empire Ale” para 20 litros. Se pone a fermentar a 20º, por circunstancias de la vida (me pilló entre dos viajes) la tuve poner a hacer un cold-crash el 16 de junio a 0,5º dos días enteros y el día 18 de junio a embotellar. La densidad final que tenía me variaba entre las mediciones de un densímetro recién comprado que me indicaba una densidad final de 1016 y un densímetro digital junto con un refractómetro que marcaban 1032 . Sí, reconozco que es una barbaridad, pero entradas en el foro acerca de la susodicha levadura con valores cercanos en las densidades finales, el punto dulce que la cerveza debía tener y la falta de tiempo para poder aumentar la temperatura me llevaron a ello, aunque las dudas sobre el resultado las tenía.
El caso es que la noche del 8 al 9 de agosto, sobre las 01:00 oímos un golpe seco mi mujer y yo, bajo a la cocina y una de las cervezas que allí guardo reventada, cristales a una distancia de 5 metros, el suelo encharcado y lleno de trozos de vidrio de un tamaño ínfimo pegado a las botellas adyacentes. Me agobio y subo a la cama, a los 5 minutos, lo mismo, otra botella…lo dejo estar otra vez y al poco me rindo y vuelvo a la cocina a remendar el entuerto, limpiar y deshacerme del resto de botellas que quedaban, unas 40. Ni que decir tiene que, después de lo visto, aquello era un trabajo para los TEDAX, mover una botella desde el estante al fregadero teniendo presente lo que podía volver a acontecer no era el trabajo más agradable del mundo…
El caso es que pensando un poco se me ocurren dos posibles causas, por una parte una contaminación (debo reconocer que no probé ninguna de ellas, bastante agobiado estaba) y, por otra, una fermentación secundaria en la que debido a la alta temperatura de la cocina, unos 27º, y los azúcares que aún quedaban de la fermentación inacabada hicieran que la presión aumentase hasta reventar las botellas.
Bueno, considero que ya os he pegado bastante la chapa, sólo quería desmentir el mito de que las botellas no estallan, lo hacen y no de forma “suave” si no con una violencia que si te pilla cerca te puede hacer mucho daño, doy fe. Que cada uno tome sus decisiones a la hora de embotellar con una DF elevada, pero yo tengo claro que antes la tiro que arriesgarme a salir en la tele dando pena...
Saludos.