Equipo cervecero nivel II

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En este mini artículo voy a describir un equipo muy común entre los cerveceros, que es el de 50 litros basado en barriles de cerveza descapotados. Hay numerosas variantes, mejoras y soluciones, yo comentaré las alternativas por las que he optado, en base a mi (nula) aptitud para el bricolaje y las preferencias personales.

No entraré en costos de estos sistemas, en primer lugar porque es muy variable en función de tu maña para hacer las cosas, y luego para no deprimirme de la pasta que me he gastado.

Parto de que tienes los chismes básicos que comentaba en el artículo anterior(balanza, densímetro, termómetro, etc.), así que incidiré en lo que te hace falta para actualizar tu instalación, siguiendo más o menos el esquema de la anterior.

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El montaje, como ves en la fotografía, se basa en tres barriles de cerveza “descapotaos”, uno de los cuales se emplea para calentar el agua (HLT de sus iniciales en inglés hot liquor tank), un segundo que es el macerador, y el tercero que actúa de olla de hervido.

En mi caso va montado sobre soportes individuales de inox, y se realiza por gravedad el trasvase del HLT al macerador y de éste a la caldera de hervido. Todas las mangueras son de silicona, resistentes al calor.

Los tres barriles disponen de salida en el lateral, tienen soldado un tubo de de ½” con una llave. En el interior lleva roscado codo con la punta biselada que va al fondo del barril, de modo que se extrae la totalidad del contenido de los barriles. Todo de inox, por supuesto. Un desagüe en el fondo no me vendría nada mal para las tareas de limpieza, todo se andará. 

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 Empezando

Bien, sería interesante partir de malta sin moler, ya que si el molido es reciente obtienes un mejor producto y rendimiento, de modo que lo primero que te hace falta es un molino de. El de la foto es el molino corona de malta discos, funciona muy bien, y puede motorizarse con el taladro o, si eres mañoso, con un motor eléctrico y una polea.

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Se puede conseguir fácilmente en tiendas de productos sudamericanos, o bien en los suministradores habituales de ingredientes cerveceros.

 Macerado

Para calentar el agua yo empleo un barril de 50 l que va sobre el quemador de la foto, idéntico al usado en el hervido. Son muy interesantes los adaptadores de salida libre para las botellas de butano, ya que la llama es mucho más potente y reduces en gran medida los tiempos de calentar el agua y arrancar el hervido.

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Si tienes el HLT por encima del macerador, el agua caliente llega al mismo por gravedad, si están a nivel, tendrás que echar mano de la bomba.

La bomba es un elemento fundamental en un equipo nivel II. Para muchas cosas, resulta mucho más cómodo y rápido el proceso de elaboración de cerveza, y te permite no tener que depender de las diferencias de cota ni andar con cazos para un lado y para otro. Además, hace sola el recirculado, o puedes fabricarte un sistema de esos de recirculado / intercambio de calor en el macerado de nombres raros, en combinación con el HLT. La bomba puede ser de bronce, pero por un poco más la pillas de acero inoxidable. Deben permitir la circulación de líquidos calientes.

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Bueno, el macerador es también un barril de 50 l de birra descapotado, en este caso lo he aislado con una espuma que se emplea en refrigeración, de unos 4 cm de grosor, y una tapa del mismo material, con lo que se consigue una pérdida de calor prácticamente nula en el tiempo del macerado habitual.

Tanto el HLT como el macerador van equipados con un termómetro, así con un simple vistazo sabes como va la cosa, y no hay que andar metiendo termómetro y demás. Esto es especialmente interesante en el HLT, con la boca a más de dos metros de altura, jeje.

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Para la extracción del mosto del macerador he optado por el sistema de doble fondo, mientras que hay gente que opta por el chupapalmer, pero ya es cuestión de gustos. El doble fondo es una rejilla de inox de 0.5 mm de espesor, con agujeros de 1 mm separados 1 mm, montada sobre un marco de inox de 1×1 cm. Esta rejilla es atravesada por el codo, que succiona hasta la última gota de mosto.

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Para el recirculado y la extracción del mosto puedes hacerlo por gravedad o bien ayudarte de la bomba.

Con este sistema de doble fondo el lavado es rápido y eficaz. Con él no he sufrido ni un atranque del macerado, aún moliendo más fino de lo habitual o en lotes de cerveza de trigo.

Hervido

La olla de hervido también es un barril de cerveza descapotado. El quemador es igual que el del HLT. Para la extracción del mosto empleo un sistema de doble fondo idéntico al macerador, que funciona perfectamente, siempre que el lúpulo sea entero (al menos parte de las adiciones), ya que con pellets deja pasar demasiada porquería.

Enfriado

La mayor parte de los cerveceros nivel II que conozco emplean el enfriador contracorriente, es decir, un tubo metálico por cuyo interior circula el mosto, encamisado en una manguera por la que fluye agua fría, regulando los caudales de agua y mosto se consigue la temperatura deseada.

Evidentemente, con este sistema se gasta una gran cantidad de agua, que se suele (y se debe) recoger en un depósito, para limpieza, uso posterior en elaboración, etc.

Entre que el sabor del agua del grifo donde yo vivo es un asco, y que la temperatura a la que sale tampoco es muy baja, mi elección ha sido un enfriado en dos etapas. Primero hago un pre-enfriado por inmersión, con una bobina de cobre por la que circulo, con ayuda de la bomba, 40 l de agua “buena” que recojo en el HLT y empleo en la siguiente elaboración, de este modo el mosto suele quedar a unos 60ºC.

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A continuación, y también mediante la bomba, paso el mosto por una bobina de inox, sumergida en un baño de hielo, que añadiendo más o menos me permite ajustar la temperatura muy aproximadamente a la que yo quiero. 

Fermentación

Con el equipo descrito se obtienen lotes de 40 a 45 litros, de modo que necesitamos fermentadores por encima de los 50 l, para que la fermentación pueda generar la espuma y guarrería que le apetezca.

Así, se descartan los botellones de los dispensadores de agua. Entiendo que tampoco son muy aconsejables los de plástico, al menos para un uso continuado, por la relativa facilidad con la que se producen rallados y roces en los que se puede esconder la mugre.

Sin duda, la mejor solución son los fermentadores de acero inoxidable. Si tienes maña, seguramente te lo puedes hacer también con un barril de cerveza modificado, pero a mi no me alcanza la habilidad.

Existe una alternativa relativamente económica y bastante fácil de conseguir, que son las cántaras de inox que venden muchos proveedores de material vitivinícola, vienen en varios tamaños, con grifo, con boca ancha que permite su fácil limpieza, y con cierre hermético. En su contra, algunas soldaduras difíciles de limpiar por medios mecánicos, pero al tratarse de inox siempre se puede recurrir a la sosa.

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También hay que hacerse con suficientes borboteadotes, para evacuar el CO2 de las fermentaciones sin permitir la entrada de posibles agentes infecciosos como bacterias o levaduras salvajes.

Un accesorio interesante y barato es el termómetro de fermentación, que se pega por fuera al fermentador e indica la temperatura a la que se encuentra el mosto.

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Embotellado

Contando con todo el chismerío descrito en el artículo anterior, hay dos mejoras importantes en el tema del embotellado, una de ellas es el chapador de pie o de banco. Parece una chorrada pero es mucho más rápido y eficaz, y reduce enormemente el riesgo de cargarse una botella. También parece una gilipollez, pero cuando hay botellas de distintos tamaños en un lote, si la regulación de la altura del chapador es automática, ganas una pasada de tiempo.

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La otra mejora a la que me refería son los barriles tipo cornelius, que supone un gran salto, ten presente que llenas 20 l de golpe, y te evitas limpiar, chapar y tapar todas esas botellas. En fin, es otro rollo y está descrito en otros artículos de Pfaffi de la página. Sólo indicar que te harían falta dos o tres cornis, dos juegos de conectores, un manoreductor, una bombona de CO2 y algún tipo de grifo. Si contar manómetros, tubos, conectores, etc.

Para el tema de la limpieza de las botellas es muy útil un cepillo, un lavador a presión y un escurridor.

Más cosas

Hay algunos instrumentos y equipos que son más o menos necesarios en la elaboración casera de birra a partir de un cierto nivel.

En primer lugar, necesitas cacharros para hacer el estárter de levadura. Lo más básico es un matraz Erlenmeyer, un tapón de goma horadado y un airlock. No viene mal un agitador magnético, mejor si es con calefacción.

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Tampoco está de más un equipo para oxigenar el mosto, especialmente si te van las birras de alta densidad. En principio, con una bomba de acuario (con filtro para el aire, ojo) un tubo y un difusor (mejor de inox) va bien. Siempre puedes pillar una bombona de O2 para hacerlo en plan profesional.

Si te apetece experimentar, puedes probar a filtrar la birra. Hay un muy buen artículo de Pfaffi en la página al respecto. Pa empezar yo usaría el filtro de cartucho, para lo que necesitas el tambor, el cartucho, dos cornis y la botella de carbónico.

Puedes pillar cacharricos de todo tipo, más o menos útiles, como pHmetro, refractómetro, estación meteorológica, test de dureza del agua, de iodina y yo que sé más.

Otra posibilidad es automatizar el parato, instalando sensores de temperatura, temporizadores, electroválvulas, niveles, contadores, etc., lo que a mi me parece ya “brewing-ficción”. Hay algunos artículos de PJ y Pfaffi acerca de este tema en la página.

También puedes montar un sistema de recirculado-intercambio de calor, automatizado o “sensitivo”, para lo que – en el caso más sencillo – precisarías de una bobina de inox, sumergida en el HLT, por cuyo interior recircularías el mosto del macerador, hasta alcanzar la temperatura deseada.

En fin, las posibilidades son inmensas, todo es cuestión de las ganas que tengas de gastar pasta y tiempo, en el foro tienes mucha gente que te puede ayudar a montar un equipo a tu gusto.

Antoineitor

 

 

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